jueves, 18 de noviembre de 2010

Ellos erán ese presente imperfecto que tanto cautivaba.

Estiró su delicado cuerpo nada más cerrar la puerta.Los tacones se quedaron abandonados de cualquier manera en el suelo, asi como el traje iba poco a poco abandonando su cuerpo.Sus rubios bucles por fin acariciaron la libertad y su profundo mirar descansaba mirando a la nada, con los ojos semicerrados, como soñando por libre.Se le erizó la piel al verla desprenderse de la ropa interior, las pupilas se le llenaron de ganas mientras ella se acercaba a él.La pelicula que estaba viendo calló en el olvido más absoluto cuando ella se acurruco a su lado.Él estiro de las mantas para cubrirla, mientras ella simplemente se abrazaba a él, como un vagabundo que por fin habia encontrado su hogar, con ansia, con fuerza.Como si no fuera a soltarlo nunca.Ella beso su hombro, como saludandolo, y el alzó su cabeza para besarla con ternura.Y no hacian falta palabras, los 'te quieros' flotaban en el ambiente, asi como la necesidad de simplemente estar el uno con el otro electrificaba el ambiente.Él acaricio sus rizos, despeinandola, mientras ella, agotada, iba quedandose dormida en su regazo, dejandolo maravillado como siempre que la observaba convertirse de mujer a niña en apenas 5 minutos.Tenia la sensación de que por mucho que observara ese proceso, nunca dejaria de sorprenderlo.Y eso era lo que más le gustaba.Asi que simplemente la abrazo bajo las mantas, sintiendo su respiración relajada en su cuello.Y no necesito nada más.No existia nada más que ellos, abrazados en ese sofá, como si no existiera ni pasado, ni futuro.Solo ese presente imperfecto que ellos conformaban, que ellos sentian y practicaban.Ese era el único tiempo verbal de su vocabulario.
Y no habia nada más perfecto que su presente imprefecto.

1 comentario:

¡Hey! Tu garabato alimenta mi felicidad.¿Me dejas uno pequeñito?