lunes, 1 de febrero de 2010

Y quiza todo eso no era ni tuyo ni mio, era nuestro.

La oposición a lo sencillo lo encontré en tu forma de sonreir, de decir basta y de no saber pedir disculpas.En tu carita de pillo y tus ojos siempre curiosos.En tu pelo cortado a lo cazo y tu afición a lo ilegal.Yo era la princesa de tu calesa y tu el marinero al que el rumbo le traia sin cuidado.Pero un día la princesa se cansó de tanta vida en alta mar, de virar hacia lo desconocido y se tiro al mar calmado y sereno, en busca de evitar el dolor de tu locura..

Llevo agua en los zapatos
tengo seco el corazón.

 Quizá la princesa hizo lo mas sensato, aunque su corazón muriera en tus manos, mi querido marinero de pies de bailarin y corazón de plomo, que rompio su alma en dos y apenas la dejo respirar mientras la hacia pedacitos.Pensandolo friamente, esta princesa opina que el amor sin dolor, no es amor.

Marinero, llevame de nuevo a surcar tus siete mares, a navegar por cada poro de tu piel y saborear tus besos a sal.


Amor sin contradicción, amor sin condición.

1 comentario:

  1. Me encanta!!! Me quedo con la frase "Llevo agua en los zapatos tengo seco el corazón."

    Un beso guapa

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